Quién diría que una ‘desventaja’ deportiva propiciaría la aparición de uno de los mejores jugadores que ha forjado Bomboná en los últimos años. Desde la Perla de América, un joven llegaba al Barranquilla FC para abrirse camino en el fútbol y daría el gran salto a Junior de Barranquilla gracias a un panorama atípico, de esos que nos ofrece constantemente la Dimayor.
El 25 de abril del 2018, el ‘Tiburón’ recibía la visita de Atlético Nacional en el Estadio Metropolitano, sabiendo que, en menos de 24 horas, debía jugar un compromiso en otro país, para cumplir con la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores de aquel año, enfrentándose al Alianza Lima en suelo peruano.
El profesor Julio Avelino Comesaña se vio en la obligación de partir su plantilla en dos y desplazar un grupo hacia suelo inca, mientras que otros se quedaban en la ‘Arenosa’ para defender la casa ante el ‘Verde’. Entre ellos, el lateral izquierdo Gabriel Fuentes, quien tuvo su oportunidad de oro para debutar, debido a que el titular, Germán Gutiérrez, sería quien actuaría en el plano internacional.
Muchos dicen que en el primer balón que toca un jugador ya se sabe si es bueno o malo. Bueno, sería una ardua tarea buscar los registros de los debuts de cada uno de los millones de jugadores que ha habido en la historia para confirmar esa teoría.
Lo que sí es cierto es que el marcador izquierdo samario se destacó inmediatamente y no demoró en ganarse el puesto de titular del mejor onceno rojiblanco en la historia, con el cual ganó dos Ligas y dos Superligas, antes de dar el salto al fútbol europeo y volver a su casa para ganar la tercera Liga.
Totalmente maduro, a sus 27 años, Fuentes sigue demostrando que es un jugador de élite y la millonaria plantilla del Botafogo puede dar fe de eso. Una actuación soberbia de este jugador, en el debut de Junior en la Copa Libertadores, le permitió al equipo esa solvencia que se necesitaba desde el fondo para lograr la victoria que solo los hinchas rojiblancos, motivados por el apoyo incondicional, veían posible.
El exjugador del Real Zaragoza bloqueó toda la banda izquierda al ataque del ‘Fogao’ y se mandaba como un tren bala en las incursiones ofensivas del equipo de Arturo Reyes, en las cuales terminó marcando uno de los goles de la histórica victoria.
Fabio Matías, DT de la escuadra brasileña, mandó al gramado sintético al rimbombante Luiz Henrique, nada más y nada menos que el fichaje más caro de la historia del fútbol brasileño, por quien la ‘Estrella solitaria’ pagó la descabellada cifra de 12 millones de euros.
Sin embargo, el magdalenense no se dejó amedrentar del estrepitoso valor del futbolista brasileño y como la envoltura de una bolita de coco se lo llevó al bolsillo, donde Enrique se encontró con Junior Santos, quien también fue totalmente dominado por el pupilo de Comesaña.