Patricio Toranzo, el reconocido jugador argentino, ha compartido en una emotiva charla con Bolavip Argentina algunas de las experiencias más difíciles que ha enfrentado a lo largo de su carrera, incluido el trágico incidente que vivió en 2016 cuando el autobús de Huracán, equipo en el que jugaba, sufrió un accidente en Caracas tras un partido de Copa Libertadores.
En el accidente, Toranzo, junto con Diego Mendoza y el entrenador Santella, resultaron gravemente heridos. Aunque no entró en detalles sobre la tragedia, reveló que aún hay aspectos que no ha compartido públicamente por respeto a quienes lo rodean, especialmente a sus hijos.
“La primera información que llegó fue que yo había fallecido. Después de ocho horas, pude hablar con mi familia. Nadie quería dar información, así que no sabían si estaba vivo o muerto. Tuve que ser fuerte en Venezuela para evitar que me amputaran la pierna, porque seguramente habría habido infección”, relató Toranzo, describiendo los momentos angustiantes después del accidente.
El jugador también compartió el impacto emocional y físico que el accidente tuvo en su vida. “Nací con 20 dedos, 10 en las manos y 10 en los pies. Hoy solo tengo 16. Eso afecta mucho mi vida diaria. A veces mi hijo me pregunta cómo puedo vivir así, y yo no sé qué responderle. Tuve que reinventarme en muchas cosas. Fue algo muy grande lo que me sucedió”, expresó con emotividad.
A pesar de los desafíos y las dificultades, Toranzo ha mostrado una increíble fortaleza y determinación en su proceso de recuperación. Muchos en Colombia lo recordarán porque este fue el jugador con el que el delantero barranquillero Teófilo Gutiérrez tuvo un altercado cuando eran jugadores de Racing de Avellaneda, en donde se habría dado el caso en el que supuestamente el colombiano habría sacado un arma en el camerino de la ‘Academia’.