El fútbol colombiano se vio empañado por un vergonzoso incidente durante el partido entre Millonarios y Junior de Barranquilla, cuando hinchas del equipo bogotano atacaron a un jugador del ‘Tiburón’ en pleno encuentro. Este lamentable episodio se sumó a la enorme polémica desatada por el primer gol del ‘Embajador’.
La situación alcanzó su punto crítico cuando, justo después del gol del ‘Embajador’, que desencadenó la controversia, Déiber Caicedo se disponía a cobrar un tiro de esquina para la visita. En ese momento, el jugador fue impactado por una lluvia de objetos, incluyendo monedas, lanzados por los hinchas de azules desde las gradas.
Afortunadamente, la intervención rápida de los jugadores del equipo bogotano ayudó a calmar los ánimos y evitar que la situación empeorara. Sin embargo, el incidente deja una mancha en el fútbol colombiano y subraya la importancia de tomar medidas para garantizar la seguridad de los jugadores y el respeto entre las aficiones.
Este acto de violencia genera indignación entre los aficionados y pone de relieve la necesidad de promover la tolerancia y el juego limpio en los estadios, en especial en el Campín, donde constantemente se ven estas situaciones y las autoridades no hacen nada para ponerles un freno.