El partido entre Millonarios y Junior de Barranquilla en el estadio El Campín, que culminó con una victoria 3-2 a favor del equipo bogotano, estuvo marcado por una polémica que generó revuelo tanto en las redes sociales como en las declaraciones de los propios jugadores.
Tras el primer gol anotado por los bogotanos, los jugadores del equipo barranquillero decidieron permanecer estáticos en el campo, negándose a jugar y cediendo el balón a los locales. Esta acción, que casi resulta en un segundo gol para el ‘Embajador’, provocó un debate acalorado sobre la ética deportiva y el papel de los jugadores en situaciones de controversia arbitral.
En la conferencia de prensa del ‘Azul’, el entrenador Alberto Gamero y el arquero Álvaro Montero abordaron la situación. El guardametas guajiro calificó la protesta de Junior como una “falta de lealtad hacia el deporte” y enfatizó la importancia de mantener la serenidad y el ‘fair play’ en momentos de controversia, mientras que el DT no entró en la polémica.
Sin embargo, en estos espacios, es muy común ver al estratega samario quejándose cuando un equipo rival ‘quema tiempo’ en contra de ellos. Pero, a pesar de que sus dirigidos, especialmente el señor Montero, se dedicaron a sacar provecho de ciertas situaciones para que el reloj corriera, Gamero no se refirió al tema en esta ocasión.
Por tal motivo, en La Remontada nos tomamos la tarea de medir el ‘tiempo efectivo’ de juego que realmente se tuvo de los 7 minutos agregados por el impresentable Duarte, teniendo en cuenta que el cotejo se terminó cuando el reloj marcaba los 101:10 minutos.
Sacando el show de actuación de Montero, el tiempo que el VAR empleó para revisar la expulsión de Carlos Bacca, los cambios que hizo Gamero en tiempo agregado y la eternidad que demoró Sander Navarro en cobrar un saque lateral, sin que el juez lo amonestara, la cantidad de tiempo que realmente se jugó fue de aproximadamente 4 minutos.