Los apodos son una de las representaciones más fieles de lo que es la cultura del Caribe colombiano. Más allá de que históricamente se han utilizado como una forma de identificación alterna al sujeto, en la costa también son vistos como una manifestación de hermandad, siendo producto, en su mayoría de veces, de la jocosidad.
Y el ámbito del fútbol no ha sido ajeno a esto. Una muestra de ello es la enorme cantidad de jugadores que son más recordados con sus apodos, que por sus nombres, en la historia de Junior de Barranquilla.
Con motivo de los 100 años que próximamente estará cumpliendo el club, hemos hecho una recopilación de los 10 mejores sobrenombres de futbolistas que han defendido la casaca rojiblanca. Aclarando que esta clasificación no se basa en el impacto que tuvieron estos jugadores en la historia del equipo, sino en la creatividad, origen, autenticidad, etc. de sus apelativos.
10. Nicolás el ‘Dengue’ Salazar
Aunque solo tiene unos pocos meses de haber llegado a Barranquilla, el apodo del zaguero argentino es una fiel muestra de que el folclor caribeño no perdona ningún ‘papayazo’ a la hora de poner un sobrenombre. En cualquier otra ciudad, si un jugador del equipo local presenta alguna afección en su salud, lo más normal es que los medios locales hablen sobre su estado, el tratamiento que le están adelantando, de su evolución o de cuándo podrá estar disponible para jugar de nuevo. Sin embargo, cuando Salazar fue diagnosticado con la enfermedad transmitida por el mosquito, la noticia en la ciudad fue que el defensor ya había sido bautizado como el ‘Dengue’ Salazar. ¡No lo dejaron ni que se recuperara!
9.‘Coroncoro’ Perea
Luis Carlos Perea fue uno de los pilares de la recordada Selección Colombia de finales de los años 80 y comienzos de los 90. A pesar de ser considerado principalmente un ídolo en Atlético Nacional, el exdefensor vistió la camiseta rojiblanco en 1994 y, por tal motivo, ingresa en esta compilación. Cuentan que Perea era fanático de la icónica canción ‘Coroncoro’ de la Niña Emilia y que constantemente llamaba a las emisoras a pedir que la programaran. De allí habría nacido su apodo.
8. Carlos el ‘Peto’ Rodríguez
Aunque el exarquero vallecaucano despertaba odios y amores en la hinchada juniorista, nadie podrá quitarle su importante aporte en el título que la escuadra ‘tiburona’ ganó en el año 2010 bajo la dirección de Diego Umaña. El origen de su apelativo se lo debe al veterano periodista Mike Fajardo, quien lo bautizó de esa forma cuando el portero fue obligado a jugar con un peto de entrenamiento durante un partido de segunda categoría cuando jugaba en el Barranquilla FC, debido a que su uniforme era muy parecido al color celeste del rival, el Atlético Bello.
7. Matías el ‘Serrucho’ Bolatti
El volante nacido en Las Perdices, de la provincia argentina de Córdoba, se la puso fácil a la gente para que le apodaran así cuando marcó un gol al entonces Itagüi FC. Para celebrar su tanto, el gaucho bailó al ritmo de la canción el ‘Serrucho’ del cantante de champeta Mr. Black, tema que era sensación a nivel nacional y hasta internacional. Desde entonces, en Barranquilla no se volvió a mencionar el nombre de Matías.
6. Jorge el ‘Pelícano’ Banguero
El exmediocampista vallecaucano también fue uno de los que ya llegó bautizado a Barranquilla. Siendo principalmente recordado por sus años como jugador del América de Cali, el ‘Pelícano’ jugó en Junior en el año 2008. ¿El motivo de su sobrenombre? Bueno, no hay mucho que explicar. Simplemente hay que ver su foto, en la cual se evidencia su parentesco con el ave acuática.
5. Juan Ramón la ‘Bruja’ Verón
Uno de los emblemas más grandes de la historia del club barranquillero. Llegó a la ‘Arenosa’ ya bautizado con su apodo, el cual le fue puesto cuando era jugador de Estudiantes de La Plata, en donde también es uno de los íconos más grandes. Cuentan que el exdelantero argentino tenía una gran habilidad para gambetear a los rivales a su antojo y que daba la impresión de que estos quedaran hechizados con sus movimientos. De ahí nació la ‘Bruja’, mismo apodo que su hijo, Juan Sebastián Verón, heredaría con el diminutivo de ‘Brujita’.
4. Jámerson la ‘Buseta’ Rentería
El exdelantero barranquillero posee uno de los apodos más icónicos de la institución, debido al origen del mismo. Esto se debe a la negociación que se hizo entre Junior y la escuela Johann, un importante equipo de fútbol formativo de la costa caribeña en la cual se formó Rentería. Según cuenta la historia, los dueños del ‘Tiburón’ adquirieron el pase del futbolista a cambio de unos balones y de una buseta.
3. Orlando el ‘Fastasma’ (Fantástico) Ballesteros
Con más de 150 goles en su carrera, este exdelantero es recordado con mucho cariño por los hinchas de varios clubes del fútbol colombiano en los que jugó. A pesar de ser barranquillero, su debut como profesional se dio en el Atlético Huila. La particularidad de su apodo se debe a la ambigüedad del mismo. Cuando jugaba en Atlético Bucaramanga fue que le empezaron a llamar ‘Fantasma’, debido a que aparecía en el área rival de forma inesperada y marcaba con facilidad.
Sin embargo, cuando se le dio la oportunidad de llegar a Junior en el año 1999, recibió muchas críticas al principio por su poca producción goleadora. Debido a esto, el apodo de ‘Fantasma’ ya no era un halago, sino una crítica, pues decían que no aparecía en los partidos.
Pero, la historia de su apelativo no iba a terminar allí. Luego de sacudirse en el equipo de su tierra, y ser partícipe importante del título de Junior en el año 2004, Ballesteros le solicitó a los medios de comunicación que ya no le llamaran ‘Fantasma’, pues, por motivos de su religión, no se sentía muy cómodo con ese sobrenombre. Fue entonces cuando lo comenzaron a llamar el ‘Fantástico’ Ballesteros.
2. Sergio ‘Lucitania’ Otálvaro
Fue muy poco lo que duró el lateral antioqueño en el club rojiblanco. Sin embargo, aportó de buena forma para el título del 2011. Fue traído por las directivas por su buena ejecución a la hora tirar centros y porque en los duelos individuales era muy habilidoso, así como también lo era para la vida nocturna. En una ocasión, el marcador derecho fue sorprendido en el ya clausurado bar-discoteca Lucitania, el cual era reconocido en la ciudad al ser frecuentado por damas de compañía. El sitio parecía ser del gusto de Sergio y otros jugadores de la época, pero el que se ganó el apodo fue él. Como diría el ‘Piojo’ Acuña: “Al perro más flaco es al que se le pegan las garrapatas”.
1. Rigoberto ‘Memuerde’ García
Uno de los delanteros más potentes que Junior ha tenido en su historia. El portento físico y la potencia en su pegada es destacada por los hinchas de antaño. Recordado, entre otras cosas, por sus anécdotas con Heleno de Freitas, se ganó con galardones el primer puesto de este escalafón al poseer el apodo más auténtico que ha tenido el FPC.
“Tanto él como el jugador contrario fallaron el balón en salto. El resultado fue un sólido estrellón de frentes. Sangre en el campo. El público comenzó a gritar festivamente: Lo mordió, lo mordió . Fue suficiente. Nunca más se llamaría Rigoberto García Pautt, sino ‘Memuerde’”, relata Armando Benedetti en una columna escrita para El Tiempo.
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