Adriano Leite Ribeiro, exdelantero de clubes como el Inter de Milán y Flamengo, ha compartido una emotiva carta titulada “Una carta a mi favela” en la que aborda con sinceridad su relación con el alcohol, las adversidades que enfrentó tras la muerte de su padre y lo que significa para él Vila Cruzeiro, su lugar de origen.
La publicación llega tras la circulación de imágenes en redes donde se le veía en la favela aparentemente bajo los efectos del alcohol, situación que Adriano no evade y confirma en su carta.
“El mayor desperdicio del fútbol”
Adriano comienza la carta con una declaración contundente sobre el peso de haber sido una promesa en el fútbol.
“¿Sabes lo que se siente al ser una promesa? Lo sé. Incluso una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo”, escribe Adriano, reconociendo la frustración y el estigma que le ha acompañado a lo largo de su carrera.
Luego, Adriano relata la pérdida de su padre y cómo este trágico hecho cambió el rumbo de su vida. La experiencia fue devastadora, dejándole secuelas profundas que aún no ha logrado superar.
“La muerte de mi padre cambió mi vida para siempre. Hasta el día de hoy, es un problema que todavía no he podido resolver”, admite.
La vida en Italia y el deseo de regresar a la favela
Adriano comparte detalles sobre sus dificultades al adaptarse a la vida en Italia, donde su carrera despegaba en el Inter de Milán. A pesar del apoyo de compañeros como Clarence Seedorf, la distancia de su familia y el ambiente de su barrio le generaron una enorme soledad. Durante la Navidad en Milán, sintió la nostalgia de su hogar y, abrumado por la tristeza, bebió en soledad.
Más adelante en la carta, Adriano explica los motivos detrás de su decisión de regresar a Vila Cruzeiro, una decisión que sorprendió al mundo del fútbol. Para él, volver a su comunidad no era una forma de evadir su carrera, sino de encontrar paz y libertad.
“En mi comunidad, no tenemos eso. Cuando estoy aquí, nadie de afuera sabe lo que estoy haciendo. No entendían por qué iba a la favela. Fue por la libertad. Fue porque quería paz. Quería vivir. Quería ser humano de nuevo”, expresa.
Un amor profundo por Vila Cruzeiro
La carta es también una declaración de amor a su barrio, Vila Cruzeiro, el lugar donde creció y que define como su hogar. Adriano detalla que allí no busca fiestas ni excesos, sino la conexión con su esencia, el respeto y la calma.
“Aquí camino descalzo y sin camiseta, sólo con pantalones cortos. Juego al dominó, me siento en la acera, recuerdo mis historias de infancia, escucho música, bailo con mis amigos y duermo en el suelo”, comparte.
Para Adriano, Vila Cruzeiro representa la autenticidad y el respeto que siempre buscó. Su deseo de permanecer en la favela no obedece a la expectativa de otros, sino a la necesidad de ser él mismo. “Vila Cruzeiro no es el mejor lugar del mundo. Vila Cruzeiro es mi lugar”, concluye.