Águilas Doradas superó 3-4 a Junior de Barranquilla en un emocionante y controvertido encuentro de la decimoprimera fecha de la Liga BetPlay Dimayor, disputado en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez.
El árbitro John Ospina, del Valle del Cauca, fue objeto de críticas por decisiones que influenciaron el resultado, incluyendo la no sanción de una mano clara dentro del área de Guillermo Celis, que pudo haber cambiado el marcador final a favor de Junior.
Esta fue la segunda derrota consecutiva del entrenador César Farías con el equipo barranquillero, tras su reciente caída frente a Independiente Medellín en la Copa Colombia.
El resultado generó frustración tanto en los jugadores como en la afición de Junior, quienes expresaron su descontento. Los disturbios se trasladaron fuera del estadio, donde el periodista Ricardo Ordóñez informó en su cuenta de X sobre desmanes a la salida del Metropolitano.
Varios vehículos, incluido uno del delantero Carlos Bacca, fueron dañados. Según el reporte, se lanzaron vallas desde la parte alta, afectando en particular la camioneta de alta gama de Bacca de la marca Chevrolet.
La derrota y la actuación arbitral generaron un ambiente de tensión en Barranquilla, incrementando la presión sobre el equipo y su entrenador.