La lucha de poderes entre los grupos de barristas en Colombia alcanzó un nuevo y preocupante punto álgido durante el partido entre Junior de Barranquilla y Atlético Bucaramanga, válido por la fecha 4 de los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay I-2024.
El encuentro, disputado en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, tuvo que ser suspendido momentáneamente a los 10 minutos de juego debido a un violento enfrentamiento en la tribuna sur. El caos se desató en la tribuna sur, hogar también de la Selección Colombia durante los partidos de Eliminatoria Sudamericana, cuando miembros de la barra Frente Rojiblanco Sur comenzaron a agredirse con armas blancas.
Los disturbios, que inicialmente causaron confusión debido a las bombas de estruendo detonadas por el grupo antidisturbios de la Policía Nacional, se atribuyeron a conflictos internos de la barra, que ahora se ve envuelta en negocios de microtráfico y reventa de boletos.
Videos grabados por aficionados y periodistas mostraron escenas de violencia en el segundo piso de la tribuna, donde los barristas se enfrentaban en un intento de imponer control en la grada.
La Policía Nacional y el Puesto de Mando Unificado decidieron evacuar la tribuna utilizando las salidas de emergencia y los accesos a la pista atlética para garantizar la seguridad de los asistentes.
“La evacuación se realizó de manera controlada y se garantizó la seguridad de todas las personas que se encontraban en las demás tribunas y en la cancha”, informó la Policía. Aproximadamente 150 personas fueron reubicadas en otras partes del estadio, y muchos espectadores, ajenos a la disputa, invadieron la cancha en busca de protección.
Además, versiones extraoficiales apuntan a que el “objeto social” de barra se habría diversificado y ya estaría dedicada a “otros negocios” como sería la reventa de boletería y otras actividades. Estos serían los motivos que desencadenaron los enfrentamientos entre los mismos aficionados.
Otras versiones, como la proporcionada por un informante anónimo al diario El Heraldo, indican que la división interna en la barra se debe a la disputa del control de la misma y que existen una serie de conflictos paralelos. “Esto viene pasando desde hace tiempo. La cuestión está pasando a mayores y se está contaminando por otras situaciones de delincuencia en los barrios La Chinita, La Luz, Rebolo y Simón Bolívar”, dijo el informante.
El balance de los incidentes resultó en cuatro personas heridas, incluyendo un policía, que fueron atendidas por la Cruz Roja. Además, 14 personas fueron sancionadas y otras 12 trasladadas a la Unidad Permanente de Justicia de Barranquilla. La preocupación aumenta en la capital del Atlántico, ya que este tipo de violencia daña la imagen de la ciudad como en rótulo de ‘casa de la Selección Colombia’.