El presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, lanzó duras críticas contra los jugadores del Junior de Barranquilla después de su desempeño en el partido contra Millonarios, el cual tuvo lugar el miércoles pasado en Bogotá. Sus comentarios fueron realizados en el programa ‘Momento Tóxico de Fútbol’, dirigido por el narrador Eduardo Luis López, sin que él estuviera al tanto de que estaban al aire.
Jaramillo, de quien se sabe abiertamente que es hincha del club ’embajador’, expresó su indignación ante lo que describió como una afrenta por parte de los jugadores del ‘Tiburón’ hacia todos los involucrados en el partido, incluyendo al rival y a los espectadores, al haberse detenido después de recibir el primer gol. Apuntó específicamente contra Carlos Bacca, a quien acusó de ejercer un liderazgo negativo en esa situación.
“Lo de los jugadores del Junior me parece una afrenta contra todos, contra el rival, contra los espectadores. Que se hayan parado en un partido, eso es lo más ridículo del mundo. El señor que lideró eso, Bacca, tuvo un liderazgo negativo, totalmente”, dijo Jaramillo. Que Junior reclame porque el árbitro no pitó un foul en la mitad de la cancha, que se paren… ni si fuera un penalti pueden reclamar de esa manera”, dijo el directivo.
El dirigente defendió la labor de los árbitros y respaldó a Ímer Machado, director de la Comisión Arbitral, a quien calificó como una persona altamente preparada para su cargo. Insistió en que los árbitros cometerán errores, pero que se deben minimizar y que el VAR está destinado a ayudar en este aspecto.
Además, Jaramillo rechazó las acusaciones de que los presidentes de los clubes puedan influir en las decisiones arbitrales, calificando como ridículas las acciones del Medellín para intentar vetar al árbitro Nicolás Gallo en un partido anterior. Subrayó la importancia de que los dirigentes de los clubes eviten hacer declaraciones incendiarias.
Respecto a las críticas dirigidas hacia Ímer Machado, Jaramillo destacó su preparación técnica y su ascendencia sobre los árbitros, negando que sea permeable a influencias externas. Finalmente, desestimó las acusaciones de favorecimiento hacia Millonarios, afirmando que no tendría la capacidad de influir en los resultados de los partidos, incluso si lo deseara.