Qué contraproducente puede llegar a ser una gran victoria si no se interpreta de la manera correcta. Las luminarias de las cámaras sudamericanas ofuscaron a Junior de Barranquilla luego de reducir al equipo brasileño, el cual desparramó su chequera para ganar la Copa Libertadores.
Tan importante fue ese triunfo, que han pasado 12 días y aún la estamos tomando como referencia, aunque ya debería ser un tema superado. Pero, la actualidad del ‘Tiburón’ invita a echar reversa hasta aquella noche en Rio de Janeiro y ver qué se debe hacer para que el equipo vuelva a brillar como en esa ocasión.
Paradójicamente, para recuperar el buen andar no se debe repetir lo que se hizo en tierras cariocas. Todo partiendo de la premisa popular futbolística: “Cada partido es diferente”. Hombre, si es tan evidente que cada duelo presentará una serie de características que lo hacen único, pues no se puede pretender encararlos de la misma manera a todos.
Y eso es algo en lo que Arturo Reyes debe reflexionar, pues, está bien que él considere a un grupo de jugadores como los titulares, ya que son los mejores de la plantilla. Pero, los futbolistas que más sobresalen no se precisan siempre, debido a que todo debe girar en función del rival de turno.
A Junior le fue muy bien en Brasil porque su contrincante concedió una cantidad de espacios que beneficiaron las características de los jugadores, en especial los señores José Enamorado, Déiber Caicedo y Yimmi Chará. Sin embargo, este último se ha visto desdibujado enfrentando a Universitario y Envigado, equipos que, en los papeles, son de ‘menor dificultad’ que el carioca.
¿Cómo es posible que a Chará le vaya mejor jugando de visitante en Brasil que contra Envigado, en Barranquilla? La respuesta está en el título de este artículo. No es porque un equipo sea mejor que otro. Es porque todos son distintos y todos se deben afrontar desemejantemente.
En un deporte que no se rige por la lógica, a veces hay cosas un poco predecibles. Yimmi no es el ‘Pibe’ Valderrama o Giovanni Hernández, para jugar como un volante ’10’ que destruya las líneas de una férrea defensa rival. En Brasil le fue de maravillla, pues allá no encontró a un equipo abroquelado.
Pero, es un poco obvio que un elenco como Envigado no va a venir a la ‘Arenosa’ a ceder espacios. Así que probablemente un jugador de sus característicascas termine naufragando en el intento de cumplir funciones que van en contra de su naturaleza.
¿Es Marco Pérez mejor jugador que Chará? A mí parecer no. Pero, ¿por qué el equipo mejoró con el ingreso del delantero y la salida del volante? Es ahí donde está el asunto: no siempre se necesitan a los mejores, pues no todos son Botafogo.