En el partido en el que el Junior de Barranquilla empató contra Liga Deportiva Universitaria de Quito, una tradición se rompió cuando llegó el momento crucial de deshacer el empate a 1-1. A los 80 minutos de juego en el estadio Metropolitano, hubo una sorpresa: el encargado de cobrar el penalti no fue el habitual goleador Carlos Bacca, sino Luis ‘Cariaco’ González.
Este cambio inesperado generó polémica y desconcierto entre los aficionados y analistas del fútbol, quienes están acostumbrados a ver a los equipos designar a un cobrador de penaltis principal o, en su defecto, Marco Pérez, quien también estaba en cancha.
Al finalizar el compromiso, el delantero y capitán comentó sobre la situación, reconociendo la controversia que surgió a raíz del fallo de González: “Podía patearlo yo, podía Marco [Pérez] y Cariaco… ya se botó, no hay palabras ¿Qué vamos a hacer?”.
El porteño expresó su frustración por no haber logrado la victoria y por haber dejado escapar lo que habían conseguido en Brasil. A pesar del resultado, Bacca se mostró optimista y determinado a recuperar puntos en el próximo partido: “Es difícil, es jodido, creí que podíamos sacar los tres puntos. Lastimosamente no fue así. Es un grupo parejo, vamos a ir a Perú a sacar los tres puntos”.
La decisión de cambiar al cobrador de penaltis sin duda seguirá siendo tema de debate entre los seguidores del Atlético Junior, destacando la importancia de la cohesión y la estrategia en los momentos decisivos de un partido.