Cuando hacemos el ejercicio de pensar en los cinco mejores jugadores de la historia, por mucho que los criterios varíen en cada persona, por lo general casi siempre se terminan mencionando los mismos nombres.
Pero, hágalo usted ahora y observe cuántos de esos nombres corresponden a jugadores que se han destacado por navegar como piratas en la doble función del fútbol: sobresalir en la fase ofensiva y en la defensiva.
Muy poco se enaltece a los futbolistas que poseen tal virtud en estos escalafones o ‘rankings’, a pesar de lo difícil que es ser habilidoso en la dicotomía que se enfrasca en este deporte. Y, aunque son pocos estos individuos, Junior de Barranquilla tiene la fortuna de contar con uno entre sus filas.
Hablar de las habilidades de Víctor Cantillo con el esférico en sus pies es redundar en algo que se disfruta mejor desde la experiencia de verle en el campo de juego. El magdalenense brilla cual reflejo del mineral que ha pasado por todas sus etapas para convertirse en el más precioso de los diamantes.
Sin embargo, en el último partido del ‘Tiburón’, la muy buena victoria sobre las Águilas Doradas de Rionegro, el mediocampista también demostró que puede alternar su brillantez con un par de chapoteos en el barro.
Ante la ausencia de Didier Moreno, estaba sembrada la duda de quién sería el encargado de ponerse el overol y hacer el ‘trabajo sucio’ en esta zona del campo. Aunque Hómer Martínez era quien estaba posicionado en la cancha para ser quien cumpliera esta función, fue Cantillo quien más se lució en los cortes.
Como si el mismo Moreno le estuviese hablando al oído durante los 90 minutos, el ‘Flaco’ jugó con un instinto cazador que le permitió frustrar muchas intenciones ofensivas al equipo del ‘Bolillo’ Gómez. Además, por su puesto, de su lucidez para darle vida al ataque rojiblanco con sus balones filtrados.
30 años tiene este señor que juega como pocos. Que el tiempo pase lento para poder disfrutar a Cantillo, quien destaca entre el barro y el brillo.